LAPISLÁZULI

LAPISLÁZULI
LA PIEDRA DE LA DIVINIDAD.

El lapislázuli es realmente una mezcla entre lazulita, calcita y pirita. Pertenece al sistema isométrico y está clasificada dentro del grupo de los silicatos.

El lapislázuli abre el tercer ojo y equilibra la chacra de la garganta. Es una piedra que ayuda a liberar rápidamente el estrés, aportando una paz profunda. Posee una enorme serenidad y trae la clave de la realización espiritual. Es una piedra protectora que contacta con los espíritus guardianes. Reconoce el ataque, bloqueándolo y devolviéndolo a su origen. También está asociada con la gran diosa egipcia Isis. Protege el vínculo entre los amantes.

Es un poderoso amplificador del pensamiento, aporta claridad y objetividad. Anima a la creatividad y ayuda a afrontar la verdad. Ideal colocarlo sobre el tercer ojo o sobre la garganta. Debe colocarse también sobre el diafragma o en cualquier lugar entre el esternón y la parte alta de la cabeza para que pueda realizar de una forma correcta su función.

Es una piedra curativa y calmante. Con sólo tocar el cuerpo mejora la condición física, espiritual y emocional. Refleja vibraciones pacíficas. Estimula la espiritualidad y la bondad de quien lo lleva. Atrae el amor espiritual. Es considerado como un poderoso amuleto de fidelidad y se usa para fortalecer vínculos entre amantes.

Como piedra protectora ayuda a los niños, el buen crecimiento y la protección.

A nivel físico alivia el dolor de las migrañas. Permite superar depresiones y es benéfico para el sistema nervioso, el respiratorio y el hipertiroidismo. Limpia los órganos, el tuétano de los huesos, las glándulas timo y el sistema inmunitario. Ayuda a las pérdidas de audición, purifica la sangre y potencia el sistema inmunológico. Alivia el insomnio y vértigo.