TURQUESA

Es una piedra protectora, muy útil para los jinetes, ya que engarzada en oro y llevándola como collar, les protegerá de las caídas. Además es un poderoso amuleto para los viajeros, especialmente cuando van a lugares con inestabilidades políticas o volátiles.

Se entrega a la persona amada con el fin de estimular la armonía conyugal. Atrae nuevas amistades, estar alegre y sereno y estimular la belleza. Aporta el equilibrio emocional y ayuda al crecimiento personal, por lo que es recomendable para personas que son excesivamente emotivas, ansiosas o estresadas.

Disuelve la actitud de mártir y de autosabotaje. Promueve la autorrealización y calma los nervios cuando alguien tiene que hablar en público. Como todas las piedras azules, la turquesa es de buen augurio y se usa para atraer la fortuna.

A nivel físico potencia el sistema físico e inmunitario y regenera los tejidos. Favorece la absorción de los nutrientes, alivia la polución y las infecciones virales, cura la totalidad del cuerpo, especialmente los ojos, incluyendo las cataratas. Reduce el exceso de acidez y trata la gota, el reuma y los problemas estomacales. Es anti-inflamatoria y desintoxicante, aliviando los calambres y el dolor.